Localización : La Adrada, Ávila

Entidades Implicadas :
Mermelarte del Tiétar

Página Web de Entidades/Proyecto :

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Categoría de economía circular en la que se enmarca la buena práctica :

Recuperar

Tipo de producto/servicio que constituye la buena práctica : Agroalimentario

Descripción General de la Buena Práctica :

ELABORACIÓN DE MERMELADAS ARTESANAS:

La empresa se dedica a la elaboración de Mermeladas Artesanas (y otras conservas vegetales).

Enclavada en un municipio pequeño (La Adrada (Ávila), de unos 2500 habitantes) de Castilla y León, y una de sus características es la de intentar fijar población en el mundo rural.

Intenta contribuir a la economía de la zona utilizando en la medida de lo posible materias primas de la comarca con la consiguiente reducción de combustibles en el transporte, eliminando la huella de Carbono.

Algunos ejemplos son:

- Kiwis y cerezas de El Hornillo

- Castañas de Casillas y Mijares

- Higos de Pedro Bernardo y La Adrada

- Calabazas, membrillos, tomates y cebollas de La Adrada

- Melocotones de Navaluenga

- Aceite de Arenas de San Pedro

La elaboración de las mermeladas se realiza con el mínimo porcentaje de azúcar necesario, que si bien garantice su conservación, reduzca en lo posible el consumo de azúcar. Así mismo no se utiliza ningún conservante ni aditivo artificial.

Se procura en todo momento reutilizar y reciclar todos aquellos materiales susceptibles de ello.

Los materiales de embalaje de los envases que se utilizan para las mermeladas son reciclables,  como cartón, vidrio y plástico, intentando reducir la utilización de envases no reciclados.

Descripción específica y cuantificada :

Se intenta dar una segunda vida a productos de desecho de la fabricación de las mermeladas, como es la reutilización de las cáscaras de los cítricos (que en condiciones normales se tirarían a la basura) convirtiéndolos un 10% de la cáscara de cítricos para usa para fruta confitada,  que pasan al consumo humano de forma muy apetecible.

Los residuos de las frutas que no son aptos para el consumo humano son utilizados para alimentación de animales de la granja propiedad de la misma persona, así se recuperan alimentos que de otra manera acabarían en la basura y lo que no acaban aprovechando